22 de diciembre de 2010

Una niña de dos años muere de septicemia tras recibir tres altas en 48 horas

 

La Fiscalía investiga la muerte de una niña que recibió el alta tres veces en 48 horas

La madre repitió visita a urgencias con su hija, de dos años, que tenía fiebre, diarrea y náuseas por una septicemia que no le fue detectada

 
Fanny clama justicia y apunta al médico que, sostiene, le negó una ambulancia «a la que todos tenemos derecho». «Si se hubiera actuado bien, yo no estaría ahora poniendo reclamaciones, pero es que con mi hija no se ha hecho todo lo posible. Yo no quiero dinero ni nada. Yo ya he perdido lo más grande de mi vida».Su madre, Fanny Morón, pide que se analice la actuación médica que se llevó a cabo con su hija. Ha remitido su caso a la Asociación del Defensor del Paciente, que a su vez lo ha puesto en manos de la Fiscalía de Málaga. Fuentes judiciales confirmaron ayer a SUR la apertura de diligencias para investigar lo ocurrido.

La primera vez que Fanny llevó a su hija al médico con los síntomas de la enfermedad fue el 15 de octubre. Acudió al centro de salud de Cártama, localidad a la que se había mudado la familia -el matrimonio, Claudia y el hermano de esta, de 11 años- hace unos meses.
La pequeña tenía diarrea y náuseas. «Me dijeron que le diera suero y agua, y la mandaron a casa», cuenta Fanny, que tiene 30 años. A partir de aquel día, la niña sufrió episodios intermitentes que se fueron subsanando. Hasta el 10 de noviembre. Al ver que los cólicos no remitían, la madre volvió a llevarla esa noche al ambulatorio. El diagnóstico fue el mismo: gastroenteritis.

Durante las 48 horas siguientes, Fanny visitó las urgencias tres veces más para saber qué le pasaba a Claudia. La primera fue el día 12 por la mañana. «Mi hija despertó con la boca morada, así que la llevé al Hospital Materno. Volvieron a decirme que era gastroenteritis». Y el tratamiento, idéntico. «Suero y agua, y a casa», recuerda la madre
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Fanny regresó a Cártama para seguir cuidando a su hija, pero el estado de la pequeña no mejoró. Por la tarde, la fiebre le subió por encima de 40 grados y la mujer decidió llevarla otra vez al centro de salud. «El médico puso en el parte que tenía fiebre, petequias -mancha interna en la piel, debida a un derrame interno de la sangre- y dolor»
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Fanny asegura que le dio el alta sin más. SUR intentó ayer recabar, sin éxito, la versión del facultativo aludido por la afectada. No obstante, desde la dirección del distrito sanitario del Guadalhorce sostienen que el médico, al ver los síntomas de la niña, la derivó al Materno, por lo que piensan que el procedimiento fue correcto. Asimismo, mostraron su pesar por lo ocurrido y expresaron sus condolencias a la familia.

El siguiente problema con que se encontró la madre fue, precisamente, cómo desplazarse al hospital. Su marido estaba en ruta -es repartidor- y su hermano y su cuñada, que también viven en Cártama, se encontraban en esos momentos en El Palo. «Le pedí al médico que me pusieran una ambulancia, pero se negó pese a que había una aparcada en la puerta del centro de salud», afirma la mujer. «Tengo un testigo -añade- que dice que la ambulancia no salió en todo el día». Según el distrito sanitario, el facultativo asegura que no se le solicitó dicho servicio.

Puerta por puerta

«Salí corriendo por Cártama con mi niña, que estaba lacia, en brazos. Me puse a llamar puerta por puerta, desesperada. Pensé que tenía que ser grave, pero luego creí que no debía de serlo tanto porque en ese caso le habrían puesto una ambulancia», relata angustiada la madre. «Perdí dos horas buscando alguien que me llevara al Materno. Al final me tuvo que llevar la hermana de una vecina».

Fanny considera que la dejaron «tirada». «Si me hubieran puesto una ambulancia, mi hija habría llegado antes al hospital, con sus vías puestas, o le habrían hecho un análisis de sangre por el camino». Lo cierto es que, según la mujer, que aporta informes de todas sus visitas a los médicos, a la menor no le hicieron ningún análisis hasta que ya fue demasiado tarde.
La noche del día 12 de noviembre, cuando llegó con su hija al Materno, el personal de urgencias vio desde el primer momento la gravedad del caso. «Me quitaron a la niña de las manos rápidamente; luego me dijeron que mi hija tenía una enfermedad que le había afectado al corazón».

El hermano de Fanny, Juan Enrique, asegura que los especialistas del Materno llegaron a doblar turnos para intentar salvar a la pequeña. «Queremos agradecer el esfuerzo que hicieron. Se portaron increíblemente bien», dicen. Claudia sobrevivió 17 horas. Falleció el día 13 de noviembre. «La persona que vino a comunicárnoslo lo hizo llorando, y eso que no era su familia», recuerdan.

Reclama justicia

Una pediatra del hospital le comunicó que la niña había ingresado muy mal. «Por si me servía de consuelo, me dijo que, si se hubiese salvado, me habría llevado la cabeza y el tronco, porque había que amputarle las piernas y los brazos. Pero esa cabeza y ese tronco eran mi hija, la hubiera seguido queriendo igual, hubiese pagado una prótesis... Habría hecho lo imposible», concluye.



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